En el marco de la lucha contra el cambio climático y el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, desde el 1 de octubre de 2023, ha entrado en vigor el periodo transitorio del denominado Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (MAFC), o CBAM (Carbon Border Adjustment Mechanism), por el cual, las empresas importadoras de la UE tendrán la obligación de realizar un cálculo fiable de las emisiones incorporadas y reunir información de sus proveedores acerca del sistema o tecnología de producción utilizado, las emisiones de CO2 durante el mismo y si en el país del productor existe una política de precios de derechos de emisión.

Este impuesto medioambiental que gravará las importaciones de productos de industrias intensivas en carbono procedentes de países de fuera de la Unión Europea, será de aplicación completa a partir del 01 de enero de 2026, lo cual supondrá un endurecimiento de las sanciones aplicables por incumplir el sistema, ya sea por no presentar la declaración (trimestral) o por presentarla incompleta o con información errónea.

Antes de la aplicación plena, desde el 1 de enero de 2025 será obligatorio para las empresas importadoras inscribirse en un registro de la Comisión Europea, obteniendo un número que será el que figure en las importaciones y servirá para su control en las aduanas.

De momento, el sistema solo se aplica sobre cemento, aluminio, fertilizantes, producción de energía eléctrica, hidrógeno, hierro y acero. Afectará a todas las importaciones, salvo las procedentes de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, países que se rigen por el Sistema Europeo de Comercio de Emisiones.  Está previsto que, una vez el sistema funcione, se amplíen paulatinamente las materias primas o productos sobre los que se aplique.

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